Transición
Llegar a una tercera dimensión es la libertad que tenemos los artistas para ver más allá, de la realidad cotidiana. El artista puede ir de un espacio a otro. Yo tengo más de 50 años de estar evolucionando y esto me permite incursionar en estas dimensiones sin perder mi lenguaje artístico.
De niño yo soñaba mucho, este lenguaje inicia con sueños y sorpresas, espacios entre la realidad y el sueño; es como estar entre dormido y despierto. En este estado de la conciencia puede verse entre las diferentes dimensiones. Es todo lo contrario de lo que nos dice la academia artística, primero la realidad y luego el abstraccionismo, sin embargo, este último siempre ha existido antes de que existiera la realidad, mucho antes de la misma creación. En el arte abstracto cada espectador tiene una interpretación diferente, inclusive de lo que el artista quiso plasmar, al integrar elementos de lo cotidiano, esto le da una guía al espectador para llevarlo de la mano con lo que el artista quiere transmitir en su obra. El artista que llega a esta dimensión no necesita hablar de su obra, esta habla por sí misma. De esta manera le da libertad al espectador para que sueñe tanto como el artista. Es ahí donde el espectador es un invitado del sueño emocional y espiritual del artista.
(Vientos 100 x 50 cm Acrilico 2005)
Meta
La meta es guiar al espectador a una tercera dimensión donde los sueños y la realidad se fusionan. A través de la obra, se busca que el público se sienta libre de interpretar y conectar a un nivel emocional y espiritual con el arte, tal como Isidro lo concibió.
Enfoque
Se basa en el «lenguaje de sueños», una técnica que mezcla lo abstracto con elementos de la vida cotidiana. Su inspiración surge de los estados intermedios entre el sueño y la vigilia, y se manifiesta a través de una paleta de colores vibrante y una fluidez que captura la esencia de un mundo onírico. Al integrar objetos reconocibles, la obra ofrece una guía sutil para que el espectador pueda navegar su propia interpretación.
Resultados
Las piezas de esta colección no son simplemente cuadros, son portales a otras realidades. Son obras que hablan por sí mismas, invitando a un diálogo personal. La colección logra un profundo intercambio emocional y espiritual, convirtiendo al público en un invitado de los sueños de Isidro y permitiendo que la obra evolucione con cada nueva mirada.
Isidro Con Wong
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