Monocromos
Nace en los sueños de niño, donde me maravillaba con las noches oscuras sin estrellas. Estos espectáculos naturales me impactaban y asombraban. Descubrí que en la oscuridad sentía como vibraba la vida. A mis 5 años me escapaba a la playa, ahí compartía con un familiar que le llamábamos el abuelo Colorado, quien gustaba de meditar en la madrugada en mi natal Puntarenas.
Yo le preguntaba: – ¿Por qué hoy no hay estrellas, ni luna? Yo veo en la obscuridad estrellas negras, no será que esas estrellas negras después se llenan de color, como las que vemos todas las noches. El me preguntó: – ¿Usted qué cree? Y le dije: -Yo sí creo que es de esa forma. A lo que él me respondió: -Entonces es así.
Eso me dio confianza. Empecé en este lenguaje con los cuadros de color negro integrando diseño con las texturas tratando de recrear esas estrellas negras que veía de niño. Después seguí explorando diferentes colores en el monocromo, siempre con la riqueza de las texturas. Esa es la mayor satisfacción del artista, experimentar y conseguir transmitir un mensaje a través de este lenguaje artístico.